Los Borbones
Felipe
V, duque de Anjou, también conocido como el Animoso, nació el 19 de diciembre de 1683 en Versalles. Su abuelo fue el rey francés Luis XIV y sus padres el
Gran Delfín de Francia, Luis y María Ana Victoria de Baviera.
Heredó el trono español al morir Carlos II
(último monarca de la casa de Austria o Habsburgo en España) sin descendencia y
nombrarlo éste como heredero a su muerte en 1700, convirtiéndose así en el
primer Borbón de la línea dinástica española con la condición de que la nueva
dinastía no podría jamás unirse con la francesa. En 1701 juró como rey de
España ante las Cortes castellanas.
Este nombramiento no agradó a los Austrias
que veían con derechos más legítimos para el trono al archiduque Carlos, lo que
provocó un enfrentamiento entre el rey de Francia, Luis XIV, el emperador de
Austria y los países aliados de ambos bandos. Esta llamada guerra de Sucesión
de España terminó con los Tratados de Utrech en 1713 y con el de Rastadt al año
siguiente, en los que se reconocía a Felipe como rey de España pero a cambio se
perdieron los territorios europeos en Italia que pasaron y en los Países Bajos
que pasaron al Imperio y a Saboya respectivamente, se cedía Menorca y Gibraltar
a Gran Bretaña y se entregó a Portugal la colonia del Sacramento.
Hasta mediados de la segunda década del
XVIII, la política de Felipe V estuvo muy marcada por la influencia francesa a
través de Orry y de la princesa de los Ursinos. Bajo su reinado se inició la
renovación de la cultura en España, en ciencias, literatura, filosofía, arte,
política, religión y economía. En 1712 aún no acabada la guerra de Sucesión, se
fundó la Biblioteca Nacional; un año después, se creaba la Academia de la
Lengua y, más tarde, las de Medicina, Historia... todas ellas a imitación de
las Academias francesas
En política interior se ocupó de la
creación de secretarías y de intendencias así como de llevar a cabo una
centralización y unificación administrativa con los Decretos de Nueva Planta,
aboliendo los fueros aragoneses y valencianos
Tras la muerte de su primera esposa, María
Luisa de Saboya, Felipe contrajo de nuevo matrimonio en 1714 con Isabel de
Farnesio, que le dio siete hijos: entre ellos el que sería Carlos III, y
Felipe, duque de Parma. El nuevo matrimonio supuso un cambio del influjo francés
por el italiano, realizando a partir de entonces una política que solicitaba
una revisión de lo pactado en Utrech y la recuperación de los territorios
italianos. El Cardenal Alberoni dirigió en un primer momento esta política
reivindicatoria, pero la Cuádruple Alianza integrada por Gran Bretaña, Francia,
Países Bajos y el Imperio, puso fin a estos intentos. Se fracasó asimismo en
los intentos por recuperar Menorca y Gibraltar.
En enero de 1724, Felipe V abdicó de forma
inesperada en su hijo Luis, primogénito de su primer matrimonio con María Luisa
de Saboya, pero tras la temprana muerte de Luis I, en agosto del mismo año,
Felipe volvió a reinar España.
Este segundo reinado de Felipe V supuso un
cambio en la política anterior a su abdicación, con miras más españolas que
italianizantes y rodeándose de ministros españoles. Entre ellos, José Patiño,
político, diplomático y economista; José del Campillo, hacendista; y, luego, el
marqués de la Ensenada, gran político y magnífico planificador de la economía.
La alianza familiar con Francia a través
de los Pactos de Familia hizo que el ejército español ayudara al francés en las
guerras de Sucesión polaca y austriaca, y posibilitó que el hijo mayor de
Isabel de Farnesio, Carlos, se convirtiera en rey de Nápoles y Sicilia,
llegando a ser también más tarde rey de España como Carlos III; y el otro,
Felipe, en duque de Parma, Plasencia y Guastalla.
El 9 de julio de 1746, Felipe V murió en
Madrid, sucediéndole en el trono su hijo Fernando VI. Por expreso deseo del
monarca, su cuerpo fue enterrado en el palacio de la Granja de San Ildefonso.